miércoles, 27 de febrero de 2013

EMPANADILLAS DE LA ABUELA


INGREDIENTES:

Masa de empanadillas:
  • Proporción de 3 partes de vino blanco y 1 de aceite
  • Harina
  • Sal
Relleno:
  • Huevo duro picado
  • Aceitunas rellenas picadas
  • Tomate frito
  • Atún en aceite
  • Aceite para freír las empanadillas
********************

Echar en un bol la proporción para hacer la masa e ir añadiendo harina y una pizca de sal. Remover continuamente para que no salgan grumos. Cuando se tenga más o menos una bola de masa, sacar del bol y  empezar a amasar con las manos poniendo harina hasta que deje de pegarse la masa en los dedos.

Después, volver a poner la masa en el bol y echar un poco de harina por encima. Tapar con un trapo y dejar la masa reposar por lo menos 1/4 de hora.

Una vez pasado el tiempo indicado, cortar la bola en dos partes y empezar con la primera estirándola con un rodillo de modo que quede muy fina. 

Coger con una cuchara el relleno que previamente hemos hecho tal como indica más arriba, y colocar sobre la masa estirada. Doblar la masa para cubrirla y cortar con el molde de las empanadillas. Después cerrar con un tenedor pequeño.

Repetir una y otra vez hasta que terminemos con la masa y con el relleno.

Poner una sartén a calentar con abundante aceite. Cuando esté muy caliente el aceite, meter las empanadillas para freírlas y con ayuda de una cuchara echar el aceite de la sartén por encima para que se fría bien la masa de arriba.


En esta receta se precisa tener un pinche que te ayude a hacer las empanadillas. 
El secreto está en:  que en cuanto se hagan las empanadillas, se frían al momento, ya que si las dejas reposar corres el peligro de que la masa se abra y se rompa. Por ello, se aconseja que mientras uno hace las empanadillas, otro se encargue de freírlas. 

lunes, 25 de febrero de 2013

ALBÓNDIGAS EN SALSA


INGREDIENTES:

  •   ½  kg de ternera picada
  •   1 huevo (según veas)
  •   1 chorrito de leche
  •   Harina
  •   Pan rallado
  •   1 Ajo
  •   Perejil
  •   Sal
  •   Aceite para freír
  •   Cebolla picada
  •   Colorante
  •   Starlux
  •   Patatas cortadas en cuadraditos
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En un bol, batir el huevo y echar el  ajo, perejil picado, un poquito de sal y el chorrito de leche. 
Poner la carne y mezclar bien todo. Añadir pan rallado para que ligue la carne y hacer bolitas. Cuando tengas todas, las pasas por harina.

Poner en un sartén abundante aceite y cuando empiece a humear, freír las patatas, y reservar en un plato.

Con el aceite que ha sobrado de las patatas freír las albóndigas, dándoles la vuelta para que estén bien fritas por todos los sitios.

En una cacerola poner agua a hervir con un starlux e ir echando las albóndigas.

Después hay que hacer un refrito: En una sartén pequeña, poner la base con aceite y cuando esté caliente echar la cebolla picada, cuando se ponga transparente, añadir una cuchara de harina y remover hasta que ésta se tueste un poco, y seguidamente incorporar a la cacerola. Poner el colorante, para que la salsa se ponga amarilla.

Por último, pon las patatas en la cacerola y dejas cocer un ratito (10 minutos).


JARDINES DE SABATINI

Calle Bailén, 2 (Metro Ópera ó Plaza España)


El solar en forma de triángulo, está frente a la fachada norte del Palacio Real, entre la calle Bailén y la Cuesta de San Vicente. Los Jardines de Sabatini están emplazados en lo que antiguamente estuvieron las caballerizas del Palacio Real.



Cuando llega Carlos III a España, a punto de terminar las obras del Palacio, el rey aparta del proyecto a Sacchetti y pone al frente de las obras a Francesco Sabatini. A Carlos III le pareció el Palacio pequeño, y le ordena a Sabatini, una  ampliación para alojar las Secretarías de Estado. Sabatini proyectó extender la fachada Norte con una edificación en el mismo estilo. Esta edificación tenía tres patios interiores más. Esta idea fue aprobada e iniciada, y cuando los cimientos ya estaban hechos e incluso la primera planta, se dio orden de interrumpir las obras.


Las caballerizas empezaron a construirse en 1782  terminando en 1789. Era un conjunto de edificios enorme, destinado a albergar los caballos de la familia real y una institución equivalente a lo que hoy sería una Escuela de Veterinaria. En 1830, se construyó el "Cocherón", destinado a cocheras de la Real Caballeriza. En total el conjunto tenía capacidad para 500 animales y 140 carruajes.



Además de las caballerizas, había 6 patios, una capilla, cuadras específicas para caballerías enfermas, almacenes, pilones, fuentes, fraguas... también estaban las viviendas de los trabajadores y sus familias.
Cuando llega la Segunda República, el Palacio Real pasa a ser el Palacio Nacional y las caballerizas reales dejan de tener sentido práctico además que los carruajes dejan paso a los coches.

El Gobierno de la República, cede la propiedad al Ayuntamiento de Madrid, como pago parcial de las deudas que tenía el Estado con el Ayuntamiento. En esta cesión había una cláusula en la cual el espacio que ocupaban las caballerizas no podía destinarse a edificación y que se dispusiese un ensanche viario y ajardinamiento de la zona, así que se retoma el proyecto inicial de Sacchetti de construir unos jardines.

Después del derribo de los edificios, en 1935 se empezó a construir, después de un concurso de ideas que fue ganado por Fernando Mercadal.

Los jardines tienen una extensión de 2,5  hectáreas aproximadamente, de estilo neoclásico, siguiendo el modelo de paisajismo francés. Están tan bien integrados que todo el mundo piensa que los hizo Sabatini, aunque lo único que tienen de Sabatini es el nombre en recuerdo de las caballerizas allí construidas por él.


El espacio se divide en 3 terrazas para salvar el desnivel. La inferior, con parterres a ambos lados de un estanque con dos surtidores y enmarcada por cuatro cuadros con fuentes y algunas estatuas, que en un principio estaban destinadas a coronar el Palacio Real. La segunda, que forma un balcón sobre la primera, hay un bosque de pinos y se extiende hacia la Cuesta de San Vicente y la tercera, en una altura superior y al este de la segunda, con un juego de parterres y grandes cedros.

En 1972, se reformaron los jardines, construyéndose las escaleras monumentales que desde la calle Bailén dan acceso a la terraza inferior salvando así una altura de casi 20 metros.



 

jueves, 21 de febrero de 2013

TARTA DE TURRÓN

INGREDIENTES:


  • Base:
    • Un rulo de galletas tipo "maría"
    • 80 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • Relleno:
    • 100 gr. de azúcar
    • 200 ml. de nata líquida
    • 1/2 litro de leche
    • 1 tableta de turrón blando
    • 1 sobre y medio de cuajada

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Base:
Triturar las galletas.
Poner en un cazo la mantequilla y calentar hasta que se haga líquida. Mezclar en un bol las galletas con la mantequilla hasta que quede  una masa homogénea.
Verter la mezcla bien extendida en la base del molde desmontable, apretar bien para que quede uniforme, reservar en la nevera.

Relleno:
Poner en un bol todos los ingredientes y batir con la batidora hasta que quede una masa sin grumos.
Una vez batido, poner la masa en un cazo a calentar y mover continuamente hasta que empiece a hervir (unos 10 minutos). Notareis que la masa espesa.
Sacar el molde de la nevera y volcar encima de la base de galletas y dejar enfriar y luego volver a meter en la nevera hasta que cuaje.
Adornar a gusto, nata, almendra, fideos de chocolate…

Truco: Para que la base de la galleta no se deshaga al cortar la tarta, es mejor hacer el día anterior la tarta y dejarla enfriar en la nevera, para comerla el día siguiente.

ESTATUA ECUESTRE DE FELIPE IV


Jardines de la Plaza de Oriente (Metro Ópera)


En su emplazamiento actual, la estatua de Felipe IV está dispuesta mirando hacia el este, es decir, hacia el Teatro Real, uno de los edificios que preside la Plaza de Oriente.

El valido del rey Felipe IV, el Conde Duque de Olivares, quiso agradar al monarca, y  construyó el Palacio del Buen Retiro. Un palacio con grandes jardines donde el rey  pudiera organizar bailes, teatro… un palacio de esparcimiento.

Felipe IV, quería tener en los jardines del palacio una estatua a caballo igual que la tenía su padre Felipe III en su casa de recreo en la Casa de Campo. (esta estatua es la que actualmente está en la Plaza Mayor), y quería que fuera una estatua de si mismo subido en un caballo en posición de corveta (con las patas delanteras levantadas)  sujetando las riendas. Un rey que sujeta las riendas del estado, así como le habían pintado Rubens y Velázquez.

El Conde Duque de Olivares, consideró que el mejor lugar para diseñar esta estatua era en Italia, en Florencia, en el taller de Juan de Bolonia, que cuando muere éste lo hereda Prieto Tacca, donde se hacían las mejores estatuas de bronce en el mundo y es donde se hizo la estatua de Felipe III.
En lugar de hablar con Florencia (en esa época era bastante complicado), decidieron decírselo al embajador que había en Madrid del Duque de Toscana. Éste hizo el encargo a Florencia, pero hubo algunos problemas con la transmisión del encargo porque entre otras cosas no quedó muy claro quién iba a pagar la estatua.  En una carta que se conserva en los archivos históricos hay una frase que pone algo así como… el rey, nuestro señor, estaría muy feliz de que hicieran esa estatua allí en el Taller de Bolonia… el rey, nuestro señor está dispuesto a pagar, pero si tienen a bien regalársela, mejor, estaría muy feliz…

Tampoco quedó muy claro en qué posición querían que estuviera el caballo. Prieto Tacca, empezó a fabricar un modelo en barro del caballo y cuando lo tenía practicamente terminado, pidió que le mandasen un retrato del rey para ponerse a hacer la cara del rey, mandando unos dibujos de lo que había hecho hasta ese momento.

Cuando llegaron los dibujos a España, se echaron las manos a la cabeza porque no era eso lo que querían, querían  un caballo con las dos patas delanteras levantadas.  Esa información llega al taller, y se pide a España que envíen un retrato completo de lo que quieren, para repetir el modelo  y no vuelva a ocurrir malos entendidos.


No se sabe qué le mandaron, aunque muy probablemente le mandaron una copia del retrato que hoy está en el Museo del Prado de Velázquez.



La estatua, tal como la querían, planteaba un tremendo problema: la parte delantera era  demasiado pesada como para sostener  la estatua sólo con las patas traseras, incluso  aunque la cola del caballo se anclara en la base. Tacca buscó asesoramiento a otros artistas que dijeron “esto se cae”, “esto no se sostiene”… desesperado, se le ocurrió consultar a Galileo Galilei, que le dijo que sí se podía hacer.


“…Necesitaréis más de ocho toneladas de bronce para vuestra obra, ya que la parte trasera ha de ser maciza. La inclinación, ángulos y cálculos para el vaciado os los haré llegar a la mayor brevedad posible. No dudéis que pondré tanto empeño en esta adivinanza como en el más grande de mis proyectos”

La forma de cómo hacerla, es básicamente en pizas. La parte trasera maciza y la delantera hueca. El espesor del bronce va disminuyendo hasta que llegamos a la parte delantera donde prácticamente son 3 milímetros. Tiene una barra desde la panza hasta la parte central de la cola del caballo y desde ahí se divide en tres, dos de las barras van por el interior de las patas y la otra por el interior de la cola. El trípode va fijado a una plataforma en forma de rombo y de esa plataforma sale otra barra de hierro que está encastrada en el pedestal y que llega hasta la altura de la cabeza.

El modelo a tamaño real se completó en Florencia en 1638, y llegó a España, al Puerto de Cartagena; se creaba otro problema: la estatua finalmente fue un regalo del Duque de Toscana, pero no incluía los gastos de traslado a Madrid.  La estatua estuvo 1 año parada, hasta que llegaron los fondos necesarios (una fortuna) para el traslado.

El modelo a tamaño real se completó en Florencia en 1638,  y se llevó hasta el puerto de Cartagena; allí estuvo un año parada porque finalmente fue un regalo del Duque de Toscana, pero  no el transporte desde Cartagena a Madrid.

Cuando llega a Madrid, al rey no le gustó la cabeza, considera que no se parece a su persona, así que Velázquez determina que la mejor solución es enviar a Tacca una cabeza modelada que el rey apruebe. Velázquez recomendó a Juan Martínez Montañés para esculpir la cabeza del rey.


(Cuadro de Velázquez mostrando a Montañés en actitud de estar modelando la cabeza del rey)


Una vez esculpida la cabeza, con el visto bueno del rey, se envió a Florencia, donde se terminó el conjunto.

Finalizada la escultura con la nueva cabeza, se excavó un agujero de 3 metros de profundidad en el Campo del Moro, donde finalmente se procedió al vaciado del molde y la estatua se rellenó con bronce fundido. El metal tardó 27 días en enfriarse. La estatua fue entonces extraída del agujero, pulida y barnizada.

Fue la primera escultura así concebida y supuso el nacimiento de la estatua ecuestre en esta modalidad, técnica que se empleó en los siglos posteriores. En ella trabajaron 4 genios de la época: Velázquez, Montañés, Galileo Galilei y Tacca.

Es la estatua más importante que tenemos en Madrid, por su alarde técnico y elegancia.

Para ver con detalle la estatua hay que verla por los dos lados:
























Está labrada con todo detalle… las espuelas, la mitad de la armadura, la banda ondeando al viento con ese calado, las venas del caballo en el lomo o la cabeza…

A esta estatua se le llamó el caballo de bronce y  se colocó en un lugar prominente en el Palacio del Buen Retiro. Posteriormente fue trasladada al Alcázar. Durante el gobierno de Juan José de Austria volvió a su ubicación original hasta 1843 que se trasladó nuevamente hasta el lugar que ocupa ahora. Para el traslado se necesitaron 14 bueyes que arrastraban una plataforma móvil.

Actualmente la estatua ecuestre de Felipe IV se eleva sobre un soporte monumental, que consta de un alto pedestal y de una base sobre la que aparecen diversos grupos escultóricos y dos fuentes. El pedestal es de planta rectangular. En sus lados hay dos bajorrelieves. Uno de ellos representa al monarca imponiendo a Velázquez el hábito de la Orden de Santiago y el otro es una alegoría de la protección del rey hacia las artes y las letras. La base, de granito, tiene 4 leones de bronce en cada esquina, en posición de descanso. Frente al Teatro Real, la escultura de un anciano que simboliza el rio Jarama y una fuente con dos pilas en forma de concha, cuyas aguas se depositan en un pilón semicircular. Igual en el otro extremo, un anciano apoyado sobre una vasija de la que brota un surtidor, que arroja agua a las conchas y éstas al pilón representa al rio Manzanares.






lunes, 11 de febrero de 2013

TRUFAS DE CHOCOLATE

INGREDIENTES: 

  • 1 tableta de chocolate  a la taza
  • 100 gr. de mantequilla
  • 1 vaso de leche ó 250 cc
  • 1 huevo
  • 1 y ½ fila de galletas maría ralladas
  • 1 chorrito de vino moscatel 
  •  Fideos de chocolate o coco rallado


********************

Poner en un cazo a fundir el chocolate, la mantequilla y la leche. 

En un recipiente mezclas las galletas, el vino y el huevo batido. 

Echar el chocolate fundido en el recipiente y mezclar todo otra vez y dejar enfríar.  (cuando esté fría la masa, meter en el congelador un rato, para poder hacer las bolitas).

Hacer bolitas y adornarlas con los fideos de chocolate o el coco.


Sencillo, ¿verdad?

MIGUELITOS DE CREMA Y NATA

INGREDIENTES:
  • 2 láminas de hojaldre congelado.
  • Azúcar glas
  • Para la crema:
    • ½ litro de leche
    • 3 yemas de huevo
    • 100 gr. de azúcar
    • 50 gr. de harina de maíz
    • 1 vaina de vainilla
    • 1 cáscara de limón
  • Para la nata:
    • ½ litro de nata para montar
    • 100 gr. de azúcar
  
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Precalentar el horno a 180º (temperatura media)

Descongelar el hojaldre y cortar en cuadraditos. Poner en una bandeja del horno en la que previamente ponemos papel parafinado de cocina (para que no se peguen los hojaldres).

Hornear el hojaldre durante 15 minutos (hasta que estén doraditos) sacar y dejar enfriar. Cuando estén fríos cortar cada hojaldre por la mitad (horizontalmente).

Para hacer la crema: Separar en un vaso leche para mezclar con harina de maíz. En un cazo calentar el resto de la leche, la cáscara de limón y la vaina de vainilla. Cuando empiece a hervir, retiramos el limón y la vainilla y añadimos las yemas batidas y el azúcar, y seguimos moviendo. Por último añadimos el vaso de leche con la harina de maíz. Dejar espesar al gusto y retirar del fuego, poner la masa en un bol y dejar enfriar.

Para montar la nata: poner un bol a enfriar en el frigorífico un rato. En ese bol se pone la nata y se empieza a batir. Cuando empiece a espesar añadir el azúcar y seguir batiendo. La nata está montada cuando empiece a amarillear. Ojo si se bate mucho, la nata se hace mantequilla.

Rellenar cada hojaldre con una manga pastelera y espolvorear con azúcar glas.


¡Que aproveche!

sábado, 2 de febrero de 2013

ASOCIACIÓN PARA LA ENSEÑANZA DE LA MUJER (A.E.M.). Fundación Fernando de Castro


Calle San Mateo, 15. (Metro Tribunal)



Fernando de Castro nació en Sahagún (león) en 1814, quedando huérfano a los doce años. A los 15 años entra como novicio de la orden franciscana porque era según él "más pobre y más austera", en 1837, tras las supresión de los conventos, es exclaustrado, sigue estudiando teología  y en el seminario antes de ordenarse sacerdote, ya es nombrado profesor de filosofía, llegando a ser Vice-rector del Seminario además de otros cargos.
En 1844, se traslada a Madrid, y empieza para él una serie de acontecimientos en cadena.  Profesor sustito en la Facultad de Filosofía en la Universidad Central de Madrid, profesor de historia en el Instituto San Isidro, capellán de honor de la Reina Isabel II y finalmente  catedrático de Historia en la Universidad de Madrid.
En 1867 fue expulsado de su cátedra por negarse a firmar el mensaje de adhesión que el claustro de profesores de la Central hizo llegar a Isabel II, pero un año después fue repuesto y más tarde desempeñó el cargo de rector (entre 1868 y 1870).

En esta época es cuando los domingos daba las “Conferencias dominicales”  en las que mostraba su preocupación por la educación para la mujer española.

Las mujeres españolas, si tenían un status social elevado, vivían bien gracias al matrimonio o al dinero que le aportaba su familia. Las mujeres de clase baja, podían trabajar como lavanderas, servidumbre o en las fábricas. Sin embargo, las mujeres de clase media no tenían una salida laboral de a cuerdo a su status. (solamente como maestras, donde recibían una formación  primaria).

Por otro lado, en España, era muy común entre las clases altas, contratar institutrices inglesas o alemanas, aunque su carácter era muy diferente al español. Es por ello que Castro  en 1869, creó la Escuela de Institutrices, que en un principio contó con sesenta alumnas.

La Escuela de Institutrices tenía asignaturas hasta entonces vedadas para la mujer, entre ellas, física, química, geología, antropología, botánica, zoología, historia universal y literatura española.

Tal éxito obtuvo esta escuela, que Castro propuso fundar una Asociación para la Enseñanza de la mujer, que se creó en 1871. Esta fundación aglutinaba las escuelas que se iban creando según necesidades,  institutrices, comercio (para llevar la contabilidad de las empresas familiares) bibliotecarias, taquígrafas-mecanógrafas, telegrafistas… todo lo que supusiera una salida al mundo laboral. (Castro murió en 1874, antes de ver su proyecto acabado).

Al principio estas escuelas estaban dispersas, y Castró pensó no sólo modernizar los sistemas de enseñanza, sino también sus instalaciones.  Se construyó el  edificio de la calle San Mateo, dotándolo de aulas bien iluminadas, biblioteca, laboratorio, talleres, sala de música, sala de arte y pintura e incluso comedor (donde había una pequeña cocina e incluso montaplatos). Se dotó al edificio de todos los adelantos  y comodidades de la época (luz eléctrica, desagües).




Para el acceso a las escuelas, se hacía un examen previo (se exigía al menos saber leer y escribir) y había alumnas tanto hijas de consejero de un banco como de una criada que con mucho esfuerzo, podía costear la pequeña cuota de la escuela.

Con el cambio de siglo, la institución tuvo  gran notoriedad, donde participaban grandes  personajes de la época. Varias de sus alumnas se convirtieron luego en profesoras: la pintora Adela Ginés, la filóloga María Amalia Goyri -esposa de Menéndez Pidal- o Clementina Albéniz -hermana del compositor-.


En 1910, se reconoció el derecho de las mujeres a cursar estudios universitarios y como consecuencia, en los años veinte la institución empezó a languidecer: "Las chicas liberales y modernas preferían ir a la universidad".

 En la Guerra Civil el edificio fue saqueado -en su patio hubo piras de libros- y sirvió como refugio para cientos de personas que habían quedado sin techo. Tras el conflicto alfabetizó a los niños que habían perdido años de escuela y acabó convirtiéndose en un colegio de barrio hasta que cerró en 1954.

En 1989, se replantea la recuperación y restauración de la fundación.
Actualmente  las viviendas del 3º piso están arrendadas, así como las aulas del 2º piso a una academia. Las estancias de la planta baja (biblioteca, comedor, laboratorio…) albergan la actividad fundacional, donde se realizan conferencias, presentaciones de libros, conciertos de cámara, exposiciones.
La Fundación no está abierta al público, pero se puede concertar una visita guiada para grupos pequeños, poniéndose en contacto con ellos.