Esta es una receta de las abuelas, donde las medidas se hacían con la cáscara del huevo, es decir, para 1 huevo... la medida de la cáscara de azúcar, la medida de la cáscara de aceite... yo he adaptado la receta de mis ancestros a peso, que creo que así es más preciso a la hora de hacer por primera vez estas deliciosas rosquillas. Ahí va la receta:
Masa:
- 2 huevos
- 120 gr. de azúcar
- 100 gr de vino blanco
- 100 gr. de aceite de girasol
- 450-500 gr. de harina
- 1/2 ralladura de limón
- 2 sobres dobles de gaseosa (de venta en grandes hipermercados)
Aceite para freír:
- Aceite de girasol
- Anís en grano (lo podéis comprar donde están las especies)
- 1 cáscara de naranja
Además, después de freír, cuando aún están las rosquillas calientes, espolvorearlas con azúcar.
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Primero, en un plato hondo, mezclamos la harina con los dos sobres dobles de gaseosa y reservamos.
A continuación, en un bol batir los huevos e ir añadiendo el azúcar, vino, aceite y la ralladura de limón. Todo sin dejar de batir.
Seguidamente a la mezcla añadimos poco a poco la harina tamizada. Llegará un momento que nos costará seguir amasando y al final la masa quedará un poco pegajosa en las manos. ( Intentar no echar más harina porque así quedarán más blanditas).
Dejar reposar la masa tapada con un trapo al menos 10 minutos.
Vamos a preparar el aceite de freír:
Ponemos abundante aceite en una sartén junto con la cáscara de naranja y un puñado de anises. Lo ponemos en el fuego hasta que la cáscara esté frita. Retiramos la sartén del fuego y quitamos los anises y las cáscara. Este aceite es el que vamos a utilizar para freír las rosquillas.
Pasado el tiempo de reposo de la masa, nos enharinamos las manos para que no se nos peque en las manos la masa al hacer las bolitas. Hacemos las bolitas y en el centro hundimos un dedo para hacer un agujero (no os preocupéis si parece que se deforman las rosquillas).
Volver a calentar el aceite hasta que humee e ir friendo las rosquillas (lo ideal es que estén dos personas, una haciendo bolitas y otra friéndolas, pero si estáis solo una persona, yo recomiendo hacerlos por tandas, hacer unas pocas rosquillas y freírlas, y así otra vez hasta terminar)
Cuando vais friendo las rosquillas, veréis que crecen... no las dejéis que se quemen y una vez fritar, poner en una bandeja con papel de cocina para que absorba la grasa sobrante y espolvorear con azúcar.
¡LISTO!
