En verano, con las cervecitas, los tintos de verano, los refrescos... combatimos el calor, pero ¿como se las apañaban nuestros antepasados? pues los madrileños eran muy aficionados a la aloja, que la consumían en gran cantidad.
En Madrid, han existido hasta mediados del siglo XIX las alojerías: establecimientos o tiendas donde se vendía aloja, refresco compuesto básicamente de agua, miel y especias.
Según Isabel Gea (Gran conocedora y autora de libros de Madrid) las alojerías "se reconocían por tener en la puerta una bandera blanca con una franja roja cruzada, distintivo que procedía de las tiendas de los campamentos cristianos donde se repartía esta bebida a los soldados con fines curativos"
La fórmula de este refresco, como la coca cola, era secreta, cada alojero tenía su receta propia, aunque tenemos una receta escrita en el libro "Tratado del vino aguado y agua envinada, sobre el aforismo 56 de la sección 7 de Hipócrates" de Jerónimo Pardo en 1656:
Receta para hacer aloja:
Agua del río 30 libras
levadura antigua 4 onzas
miel muy buena 3 libras
polvos de jengibre y pimienta longa de cada uno media onza
canela 3 dracmas
clavo dracma y media
nuez de especia una dracma
El refresco de aloja, se servía muy frío así que después de hecha la mezcla y colada, se ponía en cántaros de vidrio y se enfriaba en las cuevas, pozos o lo mezclaban con agua de nieve, hasta que en 1639 se prohibió el uso de la nieve en contacto directo.
"querrás agua de limón
guindas o canela?
luego
Inés, ¿todo el día es de agua?
no, que también darte puedo
¿qué? ¿sorbete o garrapiña?
de aoja, que es lo que tengo"
(Pedro Calderón de la Barca)
En 1640 se creó el gremio de alojeros y en 1644 subió el precio de la bebida. En tiempos de Mariana de Austria (esposa de Felipe IV) en 1647 se consumían en Palacio 252,2 maravedíes al día de aloja.
En los siglos XVI y XVII, en los corrales de comedia, se crearon alojerías, donde se servían además de esta bebida, barquillos y obleas.
Noticias periodísticas:
"El día 1º de este mes se encontró una mula chica. Quien la hubiese perdido acuda a la alojería del Rastro, que dando las señas individuales la entregarán."
(Diario de Mdrid, jueves 8 de marzo de 1810)
Bueno, el tiempo ha pasado y sustituimos el corral de comedias, aloja y barquillos por cine, coca cola y palomitas.
Los tiempos y la costumbres cambian pero no tanto ¿verdad?
ALGUIEN PODRIA TRADUCIR ESTA RECETA EN MEDIDAS ACTUALES???
ResponderEliminar